miércoles, 4 de julio de 2012

Ejercicios para cachorros

EJERCICIOS PARA ACEPTAR LA MANIPULACIÓN:


El cachorro debe entender que puede ser manipulado por CUALQUIER PERSONA (veterinario, niños, gente desconocida…) para ello vamos a acostumbrarlo a una serie de ejercicios que se realizarán SIEMPRE QUE EL PERRO ESTÉ CALMADO.

- MIRAR LOS DIENTES: Con la boca cerrada, levantar los belfos de ambos lados. Abrir la boca del cachorro para mirar en su interior.
- MIRAR EL INTERIOR DE LAS OREJAS: levantarlas si las tiene caídas, tocar exterior…
- TOCAR LAS PATAS DELANTERAS Y TRASERAS: Mirar entre los dedos, en la parte inferior las almohadillas, estirar suavemente y flexionar…
- TUMBAR BOCA ARRIBA: Para ver abdomen, parte interior patas traseras, pecho…
- BAÑAR O CEPILLAR.

Estos ejercicios se le presentarán al cachorro en forma de caricias, premiando cada vez que se deje manipular (con voz o premios). No deben ser bruscos los movimientos, ni obligar demasiado si opone mucha resistencia. En caso que así suceda, CONSULTAR CON UN/A EDUCADOR/A.



CONTROL DE LA CONDUCTA HIGIENICA:

Que el perro ensucie la casa es un problema de espacio. Al cachorro se le ha permitido hacer sus necesidades en el sitio equivocado. “Ensuciar” la casa se convierte rápidamente en un mal hábito porque los perros desarrollan fuertes preferencias de lugar, material y olor para elegir su “cuarto de baño improvisado” en casa.
Para enseñar a tu perro a hacer sus necesidades fuera de casa lo primero que debes hacer es prevenir cualquier “accidente”. Lo segundo será enseñar a tu cachorro el lugar donde te gustaría que lo hiciera.

A veces los cachorros aguantan durante el paseo y nada más volver a casa hacen sus necesidades. Esto se debe por que el perro (que no ha bajado durante el período de vacunación) no tenía más remedio que hacer sus necesidades dentro de casa y es por ello que lo ha aprendido así.
Cuando salen a la calle y tienen ganas de hacer algo se aguantan hasta llegar a casa, que es el lugar donde han aprendido a hacer sus necesidades.


PREVENIR “ACCIDENTES”:

Los “accidentes” en la enseñanza de la conducta higiénica son desastrosos, ya que sientan un mal precedente y crean malos hábitos que son difíciles de corregir.
Por tanto debemos prevenir que ocurran estos “accidentes” a toda costa. Cuando no estés en casa deja a tu cachorro en un espacio reducido, una habitación pequeña con suelo fácil de limpiar (el baño, la cocina…). Esta será a partir de ahora su habitación de juegos.
Tu perro, por naturaleza, querrá hacer sus necesidades lo más lejos posible del lugar donde duerme y pronto desarrollará un buen hábito higiénico. Los buenos hábitos son tan difíciles de eliminar como los malos hábitos.
Para su “cuarto de baño” puedes usar hojas, periódicos con arena por encima, una caja rellena con césped o una losa de pavimento de cemento. De este modo tu cachorro desarrollará preferencia a hacer sus necesidades en este tipo de sustrato (césped, arena, cemento…)
El propósito de restringir el espacio donde le dejamos solo es para que realice sus comportamientos naturales (incluido hacer sus necesidades) en un área protegida (de este modo prevendremos que tenga “accidentes” por toda la casa cuando tu no estás) y le ayudará a desarrollar sus preferencias por eliminar en un sustrato concreto.


ENSEÑAR A HACER SUS NECESIDADES EN UN SITIO CONCRETO:

Cuando estés en casa deja a tu perro en una zona restringida pequeña con juguetes para mordisquear para que se entretenga. Un Vari-Kennel o jaula de viaje podría ser el lugar ideal.
Como alternativa podrías tener a tu perro agarrado con su correa en un lugar cerca de su cama o atarte su correa a tu cinturón. De esta manera tu perro podrá descansar a tu lado mientras tú lees, trabajas en el ordenador o ver la televisión.
Una vez cada hora dile “vamos a hacer pis” (o cualquier frase para indicarle “ir al baño”) y lleva a tu perro rápidamente al lugar donde quieres que haga sus necesidades (el patio de casa, el parque más cercano…). Mantente quieto de pie con tu perro de la correa y repitiéndole la frase para que haga sus necesidades. Dale 5 minutos para que lo haga.
Cuando tu perro haga sus necesidades, halágalo con entusiasmo y dale 3 trocitos de comida. La mayoría de los cachorros harán pis antes de 2 minutos en cada viaje “al cuarto de baño” y harán caca antes de 3 minutos cada 2 viajes.

Una vez tu cachorro se dé cuenta que le premias cada vez que hace sus necesidades en el sitio apropiado, empezará a querer hacerlo siempre allí.
Hacerlo en casa simplemente no le reporta los mismos beneficios. Es más, después de muchas repeticiones enseñarás a tu perro hacer sus necesidades cuando tú se lo dices.
Si tu perro no hace sus necesidades en estos 3 minutos le volveremos a llevar a casa y le meteremos otra vez en su Vari-Kennel por media hora.
El propósito de confinarle en esta área restringida es prevenir que cometa “accidentes” por toda la casa cuando tú estás presente (pero no tienes tiempo de prestarle toda la atención necesaria), y predecir cuando tu perro va a necesitar eliminar.

Confinar temporalmente (nunca más de 3 horas) a tu cachorro en un espacio pequeño (como la jaula de viaje) inhibe sus ganas de hacer sus necesidades, ya que el perro por naturaleza no querrá ensuciar el lugar donde descansa. Como consecuencia, tu perro sentirá la necesidad de eliminar en cuanto le saquemos de su área restringida (además la rapidez en llevarle al sitio indicado) hará que se ponga en marcha sus movimientos de vejiga e intestinos.

Como eres tu el que esta eligiendo el momento de sacar a tu perro, puedes determinar el momento en que hace sus necesidades, y como puedes predecir cuándo necesita hacerlo, podrás estar allí para enseñarle donde debe hacerlo y premiarle cuando lo haga (y limpiar el sitio después).
No debes encerrar a tu perro en una jaula de transporte más de tres horas. Si está confinado demasiado tiempo le obligarás a “ensuciar” su jaula y harás muchísimo más difícil la tarea de enseñarle una buena conducta higiénica.

Cuando tu cachorro haya crecido lo suficiente para salir de paseo, asegúrate de que haga sus necesidades antes de pasear (en una zona cercana a casa). Si tu perro no elimina en cinco minutos, vuelve a llevarlo a casa y déjalo en su jaula y vuelve a intentarlo media hora más tarde. Si tu perro hace sus necesidades acuérdate siempre de halagarlo efusivamente y dale tres trozos de comida como de costumbre y después decirle “vamos a dar un paseo”.

Estableciendo la regla de “si no haces tus necesidades no hay paseo” conseguirás que lo haga más rápidamente. Aún mejor, enseñarle a hacer sus necesidades cerca de casa te ayudará a poder dejar allí la bolsita con la que recojas sus heces y no tendrás que ir paseándola por todo el vecindario.

Si necesitas información más detallada de cómo enseñar una buena conducta higiénica te aconsejamos la lectura de “Un cachorro en casa” (publicado en castellano por KNS Ediciones).
Para enseñar a tu perro una buena conducta higiénica con una jaula de viaje (o Varikennel), consulta con un profesional.




INHIBICIÓN DE LA MORDIDA:


La vida de tu cachorro depende de que tenga una “boca blanda”.

Como ya sabrás el cachorro es un simple vehículo para su boca. Los cachorros están genéticamente programados para morder. En las camadas de cachorros se mordisquean entre ellos continuamente. Los cachorros mordisquean nuestras manos y nuestra ropa porque esta es su manera de jugar, con su boca y sus patas. Es divertido y además les hace captar tu atención. A muchos cachorros les gusta más aún cuando intentamos pelear con ellos para quitárnoslos de encima. Puedes pensar que les estas regañando, pero normalmente si la conducta persiste es porque lo estas reforzando positivamente. ¿Has visto alguna vez dos cachorros jugar? Les encanta morderse, pelear y hacer el bruto pero cuando uno de ellos muerde demasiado fuerte o juega demasiado bestia, el cachorro mordido gemirá y dejará de jugar. El gemido seria su “señal de no refuerzo” y dejar de jugar es el “timet out”. Así es como le enseñamos a inhibir la fuerza de sus mordiscos, a tener un mordisco suave e inhibido. ¿Por qué? Porque todos los perros son potenciales mordedores, todos los perros del planeta, bajo ciertas circunstancias y sobre todo si les piíllas de sorpresa pueden llegar a morder.
El perro que ha aprendido ha inhibir su mordida puede morder sin llegar a causar un gran daño. Así que es esencial enseñar a tu cachorro a que tenga una “boca blanda” ANTES de prohibirle que muerda nunca. ¿alguna vez has intentado darle un trozo de comida a tu perro y casi te arranca la mano de un bocado?. Eso sería un perro que no ha aprendido a tener una boca blanda de cachorro. Lo más preocupante de castigar a un cachorro por morder o al que no le enseñamos a inhibir la fuerza de sus mordiscos, es que se convertirá en un perro adulto que puede causarnos daños muy graves si llega a morder alguna vez.
Pero ¿Cómo enseño a mi cachorro a tener una “boca blanda”?

La mejor técnica para evitar los mordiscos fuertes es retirarles su juguete favorito: TU. Ponte en un lugar en el que le puedas dejar sin problemas o en un lugar del que puedas salir rápidamente. (otra opción sería ponerle en “time out” en el cuarto de baño). Comienza a jugar con él y en cuanto sientas que te muerde fuerte gime dramáticamente: ¡AY! o ¡NO! Y quitate de su presencia, bien saliendo de la habitación o bien metiéndole en el lugar de confinamiento por 10 o 20 segundos. Después de este tiempo reanuda el juego sin “remordimientos”. Puede que tengas que repetir este proceso de cuatro a diez veces en un periodo de dos a cinco minutos antes de ver un cambio en su comportamiento. Lo realmente importante es que el cachorro aprenda que hay una consecuencia inmediata si muerde fuerte: quedarse sin compañero de juego y SOLO.
Repite este proceso varias veces al día todos los días.

Time out o quitar la recompensa.(especial para mordisqueo y saltar sobre la gente):


El “time out” es lo que en psicología se llama castigo negativo para disminuir la frecuencia de un comportamiento. El time out es uno de los castigos más humanos y “amable con los perros” que podemos aplicar si lo hacemos con cuidado y conscientemente.
Los time out no pueden ser excesivos. Un tiempo demasiado largo de time out puede ser muy estresante y provocar otro comportamiento indeseado. Treinta segundos es más que suficiente y suele ser bastante efectivo. No le des la espalda ni empujes al cachorro cuando digas AY, simplemente levántate y sal de la habitación cerrando la puerta tras de ti.

Asegúrate de que identificas y marcas correctamente el comportamiento inadecuado usando una señal verbal como “muy mal” o “no”.

1) Pillas a tu cachorro haciendo algo que no te gusta.
2) Dile “muy mal” o “ay” o “ya basta” abandonando la habitación o llevándole a su zona de time out.
3) Diez segundos de “time out.
4) Cuando acaba el “castigo” vuelve a lo que estabas haciendo sin remordimientos. Vuelve hacia él y con tu voz más súper feliz invítale a jugar (o lo que sea lo que estuviera haciendo antes del time out). Lo más importante es que tu cachorro aprenda que hay consecuencias inmediatas para sus acciones, quedarse sin compañero de juego y SOLO.
Puede que necesite algún tiempo para darse cuenta de la conexión entre sus mordiscos y el time out pero la señal de no refuerzo le ayudará entenderlo.
Es muy importante decir “AY” en un tono de voz “neutral” y decirlo en el momento exacto en el que el cachorro te está mordiendo demasiado fuerte. Repite el proceso tantas veces sea necesario hasta que notes un cambio en el comportamiento.

Es muy importante que no desatiendas el buen comportamiento de tu cachorro, jugar adecuadamente contigo y con sus juguetes, saludarte con las 4 PATAS EN EL SUELO, permanecer tranquilo y callado en su jaula, etc. Prémialo efusivamente por estos comportamientos siempre que puedas y “reprende” instructivamente los comportamientos inadecuados.

Tu cachorro está aprendiendo a cada momento que es lo que funciona y lo que no en este mundo. Es un tiempo de descubrimientos maravillosos para él (y para ti). Si le dejas a su aire tomará sus propias decisiones. Ahora es su mejor momento para enseñarle fácilmente cuales son las cosas que aceptaras y las que no son para nada aceptables. Más tarde, los comportamientos inaceptables se convertirán en hábitos y todos sabemos lo difícil que es romper viejos hábitos de adultos.

CONSEJOS:
Si tu perro coge la comida de tu mano con cuidado (nunca te hace daño) puedes saltarte estos consejos.

El objetivo de este ejercicio es enseñar a tu cachorro (a través de consecuencias) que la única manera de conseguir que le des la comida de la mano es cogerla con mucho cuidado, sin morder tus dedos.

· Corta 15 pedazos de comida (premios de bajo valor, puedes utilizar su pienso).
· Dale los trozos uno a uno cogiéndolos con la punta de los dedos.
· Si te muerde fuerte retira la mano (asegúrate que no te quite la comida), grita “AY” y espera unos segundos (si tienes otro perro delante dale el premio a él).
· Dile “muy bien” si ha retirado la boca.
· Después de unos segundos inténtalo de nuevo. Deja que coja el trozo de comida si lo hace suavemente.
· Repite el proceso de gritar y retirar la comida si te hace daño.
· Si al tercer intento no coge la comida suavemente, terminará la sesión mostrándole tu disgusto e ignorándole después. Repite el ejercicio pasados unos minutos.
· Repite el ejercicio varias veces al día hasta que coja los trozos de comida con suavidad. En cada sesión intenta ser más exigente y prueba con algo de comida más apetitosa.
· Termina la sesión si te hace daño al coger la comida.
· Dale aproximadamente un tercio de su comida diaria practicando este ejercicio.

Además de estos ejercicios útiles, siempre que os muerda las manos para jugar gritar un “AY” o imitar el gemido de un perro, y le dais otra alternativa como morder uno de sus juguetes (provocar que jueguen con ellos, incitándolo jugando con el).



LA IMPORTANCIA DEL JUEGO:


¿POR QUÉ JUEGAN?

A los perros les encanta jugar porque es divertido y esa es su poderosa recompensa. Los perros jóvenes saben jugar desde que nacen si no es así es que algo malo ocurre en su comportamiento. Suelen jugar cuando están relajados, así que la alegría y la placidez inherentes al juego suelen contagiarse, a cualquiera que este observando, la razón de que la atmósfera de juego se difunda tan rápidamente entre otros animales del grupo.

¿CÓMO JUEGAN?

Todo empieza con un arco (inclinan las patas delanteras ) que utilizan para el inicio y el mantenimiento del juego. El juego es una actitud voluntaria y no puede ocurrir si los individuos no están de acuerdo. Durante el juego se pueden expresar conductas predatorias, anti-predatoria y apareamiento, comportamientos dominantes y sumisos dentro del mismo individuo. Como existe la posibilidad de que ocurra algún mal entendido ataque, monta real…utilizan el arco para enviarse mensajes como `esto sigue siendo un juego´.
Hay otros marcados de juego, como la inhibición de la mordida y el rol-cambiado (conducta sumisa de un individuo dominante y viceversa), normalmente aparecen las dos juntas. Estas señales junta con la de invitación al juego sirven para comunicar la intención de juego y son importantes para mantener un juego limpio.

EL JUEGO ES ESENCIAL PARA EL BIENESTAR FÍSICO Y MENTAL DEL INDIVIDUO, ES UN ALIMENTO PARA EL CEREBRO PORQUE LE APORTA NUTRIENTES IMPORTANTES PARA SU CRECIMIENTO, AGUDIZA LAS HABILIDADES CONGNITIVAS. EL JUEGO SOCIAL ENSEÑA, CONFIANZA, COOPERACIÓN, AMABILIDAD, JUSTICIA , PERDON Y HUMILDAD, EJERCICIO Y ESTIMULACION.

Los perros deben tener el ejercicio suficiente para poder derrochar energía y para evitar o reducir de modo importante los problemas de conducta. Generalmente con 15 min. dos ó tres veces al día es suficiente. Para otros animales pueden ser más adecuados actividades mentales y físicas, como la pelota voladora, el agility, etc. En general un perro ha tenido suficiente ejercicio si después del paseo se tumba y descansa.
Las sesiones de juego y ejercicio deben formar parte de la rutina diaria. Los dueños deben hacer planes para pasar tiempo con su perro y después respetar el compromiso (para ambos es beneficioso). Los periodos de ejercicio no sólo son saludables para el perro, sino que constituyen estupendas sesiones interactivas que ayudan en el proceso de la vinculación y también evitan conductas indeseables. Cuando acostumbramos a un programa regular de ejercicio, es menos probable que se comporten mal, aprenden a prever y a esperar los paseos programados, manteniéndoles tranquilos hasta que llegue el momento.
Los juguetes no deben ser pequeños ni tan frágiles como para que puedan ser masticados o puedan provocarles ahogos. Las prendas de vestir o utensilios de casa no deben usarse para jugar, para que no las relacionen con otras prendas que no deseamos que toquen.
No permita que el animal inicie las sesiones de juego ladrando, agarrando, saltando o con otra forma de exigencia, ya que esto puede conducir a conductas no deseables. El dueño decide cuando se inicia y termina el juego.



TIPOS DE JUEGOS:


-JUEGOS CON OTROS PERROS:

Se trata del ensayo de algunos de estos comportamientos durante el juego: las interminables sesiones en las que los perros se enzarzan y se muerden las mandíbulas cuando se les da la mínima oportunidad.
Estos juegos bruscos sirven para mantener siempre a punto las destrezas para pelear y saber bloquear al otro perro sin llegar a males mayores. Estamos hablando de un comportamiento normal, saludable y adaptativo que reporta beneficios extras como reducir la probabilidad de desarrollar una boca dura (que sepa hasta donde puede llegar a apretar ) y en segundo lugar que se vea envuelto en graves peleas. Las destrezas social se mantienen bien engrasadas y el perro asocia la proximidad de los otros perros con actividades placenteras.

-JUEGO DE EL COBRO:
Consiste en perseguir, atrapar, portar y presentar el juguete dejándolo en tu mano ó cerca de ella. En perros que son más reacios al cobro hay que perfeccionar cada uno de estos comportamientos por separado antes de combinarlos. Reforzando positivamente las aproximaciones en cada comportamiento.

-EL JUEGO DE TIRA Y AFLOJA:
Es una forma excepcional de quemar energía y además es un buen ejercicio tanto para el perro como para el amo. Funciona como un barómetro para medir el grado de control que tienes sobre el perro y lo que es más importante, sobre sus mandíbulas.
Reglas del juego de fuerza:
1º el perro debe soltar y coger el juguete a la orden (coge y suelta ó toma y dame). Practícalo primeramente de forma relajada intercambiando el juguete por una golosina ú otro juguete igual.
2º el perro no deberá atrapar o volver a cobrar el juguete hasta que no se le invite a hacerlo. Con esto evitamos que el perro empiece el juego cuando él quiera ni que intente robártelo de la mano.
En el juego de forcejeo unas veces gana en perro dejando que se lleve el juguete y otras veces ganas tú, así conseguirás que tenga mas interés de que vuelva a jugar contigo.

-EL JUEGO DEL ESCONDITE:

Consiste en esconder un juguete ( cuerda de forcejeo, juguete relleno de comida , pelota, etc ) incitar al perro para que la busque y una vez que la encuentre juegas con él. En este juego puedes practicar la orden de sentado quieto mientras que escondes el juguete en otra habitación sin que te vea. El desarrollar este juego de búsqueda aviva un importante instinto en el perro. Lo puedes utilizar también cuando dejas al perro solo en casa, escondes varios juguetes rellenos de comida, así mantendrá al perro más entretenido y no le provocará ansiedad tu ausencia.

JUEGOS DE COMPETICIÓN:

Juegos organizados por clubes como:
El agility, es una pista de obstáculos que incluye saltos, túneles, barras, balancines y slalom, que el perro tendrá que saltar en el orden específico por el guía. Es muy divertido para ambos y fortalece la compenetración entre ambos, pueden participar toda clase de perros.
OCI ú Obediencia Internacional, consiste en pasar un circuito con distintos ejercicios en obediencia, sienta, tumba, junto, quieto, ven aquí, traeme el objeto de la derecha, etc. Al igual que el agility fortalece la compenetración entre perro y guía, pueden participar toda clase de perros.

Patricia Prats