viernes, 29 de junio de 2012

La adaptación de un perro adoptado

Antetodo gracias por valorar la adopción como primera posibilidad. Las protectoras en España están llenísimas de buenos perros esperando una oportunidad y miles son sacrificados cada año. El perrito que salves te lo agradecerá de por vida.

 

 



Si estáis pensando adoptar un perrito:


Pensar qué tipo de perro es el ideal para vuestra familia.
Si sois jóvenes y salís a menudo a pasear, correr y tenéis tiempo disponible, podéis cogeros un cachorro o un perro joven. Si tenéis niños, no metáis más estrés en casa, coger un perro joven, de 2/3 años que sea sociable con personas y niños y que sea relativamente tranquilo. Si queréis un perro para estar tranquilo en casa y darle paseos pero no podéis ofrecerle ejercicio, cogeros un perro a partir de 4 años, elegir un carácter apacible y traquilo. A veces en protectora es difícil ver si un perro es tranquilo, porque hasta el perro más pachorro del mundo esta estresado en esas circunstancias, dejaros asesorar por la protectora o buscar a un educador que os ayude a encontrar el perro que necesitáis. Si sois mayores y queréis un perro para que haga compañía, una muy buena opción es elegir un perro mayor. A menudo mueren entre rejas o sacrificados porque nadie adopta perros mayores y la realidad es que suelen ser perros apacibles, tranquilotes, cariñosos, obedientes y no suelen dar problemas de conducta. Creo que es una experiencia que se debería hacer una vez en la vida, y seguro que la repetiríais.

Siempre recomiendo coger perros a partir de 2 años porque tienen su carácter formado y así sabemos si encaja o no con el tipo de vida que tiene su futura familia. De un cachorro difícilmente sabremos el carácter hasta que vaya madurando y tendremos que invertir 1,5 años en su educación y hacerlo bien, o empezaran a salir problemas de comportamiento. A partir de los 2 años ya sabemos su carácter y si tiene o no problemas de comportamiento. Si los tiene siempre podremos ayudarlo a resolverlos, pero sabremos de antemano el problema y si estamos preparados o en condiciones de resolverlo.

No regaléis perros a otras personas. La elección de tener un perro es una responsabilidad para muchos años. Es una decisión que debe tomarse en familia, pensando todos los pros y los contras. Si os decidís, por favor, ese perro que cojáis os va a querer con locura y lo seréis todo para él. No lo abandonéis nunca.

Cuando vayáis a la protectora y os decidáis por uno, os recomiendo que vayáis a pasearlo, a estar con él, acariciarlo si él quiere y darle cosas buenas de comida, mínimo un par de veces antes de llevarlo a casa. De esta forma el perro ya os conocerá cuando se vaya con vosotros, sabrá que siempre que os ve pasan cosas buenas (tiene una buena asociación) y se va con vosotros sabiendo que va a estar bien. Por lo que estará menos nervioso, se encontrara a gusto y seguro estando con vosotros y os será más fácil y rápida la adaptación. Es importante que vaya toda la familia en el momento de la adopción, incluidos otros perros con los que tenga que convivir. Es importante que se den paseos en el exterior antes de meterlos juntos a convivir.



Si ya tenéis el perro en casa:

Lo ideal es que antes de llegar a casa hayamos comprado su camita, comedero, bebedero, comida, correa de mínimo 2 ó 3 metros y juguetes de diferentes tipos.

Debemos tener en cuenta su alto nivel de estrés. Ya lo tenía por estar en la protectora, es un ambiente muy estresante para ellos. Pero ahora añadimos un cambio a su vida y lo aumentamos. Los perros se estresan ante los cambios y tu nuevo amigo aun no sabe que le ha tocado la lotería. No sabe que hace allí, con esa gente que no conoce, que no sabe si es buena o mala, etc. Ellos no entienden lo que pasa y se inquietan, se ponen nerviosos y hacen pipis en casa, lloran si te vas, están inquietos y dan vueltas por la casa, las primeras noches puede ser que ni siquiera duerman, etc. Estas y otras cosas son completamente normales. Los perros empiezan a relajarse y adaptarse a partir de las 2 semanas. Darle tiempo y tener paciencia, un ambiente tranquilo y estable equilibra a un perro en 2/3 semanas. Ayudarlo a relajarse siguiendo las siguientes pautas:

- Al llegar a casa, dejarlo a su bola, que investigue, durante 3 semanas. Que todo suceda con normalidad y naturalidad. Debemos decirle donde va a comer y donde tiene que dormir, sin agobiarlo.

- No estar encima de él, no atosigarlo con caricias excesivas y no permitir que si hay niños en la familia lo atosiguen. Es uno de los mayores errores que cometemos, porque nos hace mucha ilusión tenerlo con nosotros y porque nos da pena la situación por la que ha pasado. Si es bueno decirle lo bonito que es y lo bien que se porta, y premiar todo aquellos que está bien o si aprende a hacer algo. Subiremos su autoestima. La mayoría de perros de protectora la tienen baja.

- No darle un exceso de atención. Podríamos provocar que luego llore y se ponga nervioso cuando no estemos. No saludarlo al entrar efusivamente y no despedirnos de él al salir. Así prevenimos que surjan problemas de ansiedad por separación. Sabremos que nuestro perro la padece si llora, ladra, rasca, destroza objetos, muebles, etc.

- Si es un perro que pide cariño, darle cariño, si no lo pide darle tiempo y no atosigarlo.

- No nos obsesionemos con su educación y en decirle que está bien y que no nada más llegar a casa. Primero dejemos que se relaje y luego le enseñaremos las normas. No le enseñaremos las normas riñéndoles, ni gritando, ni castigando… menos aun pegándole. Lo único que conseguiremos es ponerlo a la defensiva, ponerlo más nervioso y surgirán problemas de conducta. No reñirles nunca, todo lo contrario, debe saber cuanto antes que puede confiar en nosotros y no debemos parecer imprevisibles o peligrosos ante él. Así prevenimos que no surjan problemas de agresividad.

- Descartemos cualquier forma de educarlo que no sea respetuosa, nada de collares de pinchos, ni de ahorque, ni eléctricos, ni tirones de correa. Ante la duda, poneros en el lugar del perro y pensar como os sentiríais si os hicieran eso. Así es como se siente el perro. Si no sabéis como hacerlo informaros.

- Muchos perros recién adoptados hacen pipis en casa, tranquilos, es algo normal. Así es como eliminan las sustancias que segrega su cuerpo al estar estresados. La forma de proceder es limpiando el pipi y no decirle nada. Cuando salgamos de paseo y haga el pipi fuera le diremos “muy bien” y le daremos un premio de algo de comida que le guste. Tener paciencia, no le riñáis, lo que aprenderá es a hacerlo a escondidas y elevaremos mas su nivel de estrés y/o inseguridad. Ignorando la mala conducta y premiando la correcta resolveremos el problema rápido. Si no hace pipis en la calle y espera al llegar a casa para hacérselo es que en la calle no se ha relajado lo suficiente como para hacer pipi. No lo hace queriendo. Darle más tiempo, pero si notáis que tiene miedo en el exterior a cosas concretas buscar ayuda de un profesional. Que trabaje en positivo.

- Ninguna exigencia de obediencia durante unos meses. La prioridad debe ser la adaptación al nuevo hogar.

- Ser siempre amables y hablarle con voz tranquila y amigable

- Decirle siempre “muy bien” cuando su comportamiento es correcto o hace algo que queremos. Ignorar los malos comportamientos para que deje de repetirlos. Por ejemplo, si estáis comiendo y está tranquilo esperando en el suelo, hacerle saber que esa es la actitud correcta y premiarle con algo de comida buena por no pedirla de manera maleducada. Si se sube a la mesa o la pide llorando o rascando, nunca le daremos. A la que deje de hacer la mala conducta le daremos comida. Debe entender que si se porta bien a veces obtiene premio y que se rasca, llora, ladra, etc. Nunca la recibe. En poco tiempo, la actitud que se ha reforzado es la que siempre repetirá (esperar tranquilo) y las malas conductas desaparecen porque no han funcionado nunca.

- Darle paseos tranquilos y frecuentes (3 paseos diarios de 20 min.) Dejaremos que lo huela todo, salude a los perros si quiere y no le pegaremos tirones (así prevenimos que no cree malas asociaciones hacia otros perros, niños, etc.). Si tira de la correa no avanzaremos, a la que afloje la tensión de la correa le seguiremos. La idea es que entienda que si tira no avanza y si no tira va donde quiere. Si en dos semanas el perro no lo ha entendido busca ayuda profesional, ya que quizá el problema venga desde casa y no conseguiras relajarlo en el paseo si la excitación empieza en casa.


Si se observa algún problema de conducta importante (miedos, agresión, hiperactividad….) contactar con un profesional que os ayude a superar el problema.

Además de estas pautas básicas de adaptación, te recomiendo que te informes y tengas conocimientos sobre el lenguaje canino, el estrés, como habituarlo a manipulados de veterinario, peluquería, como educarlo con respeto, como enseñarle buenos modales y a vivir en nuestra sociedad y en nuestra familia, como jugar con ellos adecuadamente, cual es su paseo ideal (juego con perros estables, como jugar nosotros con ellos adecuadamente, juegos de olisqueo para relajarlos y cansarlos), juguetes rellenables de comida y juguetes interactivos, que es lo ideal para la edad de nuestro perro, etc. De ello dependerá la calidad de vida de tu nuevo amigo.



Recuerda que todos los problemas de conducta tienen solución, no lo sacrifiques ni lo abandones, la solución seguro que es más sencilla de lo que piensas y más económica de lo que imaginas. Gracias por preocuparte del proceso de adaptación de tu nuevo amigo.

Disfruta con él, dale una vida tranquila y feliz y trátalo siempre con el respeto que todos merecemos.